Solía ser sumamente dura conmigo misma, me exigía estar siempre a tope, competía con los varones y con las demás compañeras. Sufría de picos emocionales muy marcados y así como me alegraba hasta las nubes, me deprimía y frustraba hasta el suelo.
Hasta que descubrí que las mujeres son cíclicas de una manera muy especial. Y cuando leí por primera vez eso de que «somos 4 en una» me llené de curiosidad y tuve que investigar para saberlo todo. Algo en mí reconocía que en este conocimiento iba a encontrar respuestas enormes que aclararían por qué a veces me sentía imparable y otras veces sentía solo ganas de vegetar.
Es interesante, que antes de descubrir la ciclicidad femenina, yo intuía desde muy niña que el hecho de haber nacido mujer era algo importante, sabía que mi feminidad tendría algo que ver con mi realización como persona en este mundo.
Y sí, fue una gran revelación entender, que natural y biológicamente mi cuerpo está diseñado de una forma en que los niveles y tipos de energía son fluctuantes y que no era que yo tenía problemas de constancia, disciplina o compromiso. Sino que el mundo, mi carrera, mi ambiente, me exigían sostener mi esfuerzo diario siempre igual, invariable, y que esto no es posible para una mujer que es tan movilizada por el astro luna como las mismas mareas y olas del gigantesco océano.
Crecí creyendo que tenía que nadar contra corriente para llegar a tener éxito aunque esto me costara mi salud mental, emocional y hasta física.
Aprendí que para una mujer la vida toma sentido cuando comprende las fases y las dinámicas hormonales que son inevitables y absolutamente necesarias para su salud integral, para vivir su propósito y cumplir sus misiones de vida.
Aprendí que reconectar con lo natural en mi cuerpo es recuperar mi conexión con el cuerpo de la gran Madre Tierra, y por lo tanto es estar en sincronía y armonía con mi existencia y toda la creación.
Que conocer y hacer uso consciente de mi ciclicidad femenina no sólo es mi derecho de nacimiento sino mi deber y responsabilidad como parte de la comunidad, sociedad y humanidad, pues sólo estando en comunión con mi naturaleza biológica podría estarlo también con el mundo exterior.
Y es por todo esto que para mi es un honor y un placer traer estos ricos y nutritivos conocimientos a las mujeres, pues todas, como madres del mundo, necesitamos probar y enriquecernos de este néctar de sabiduría para el buen vivir nuestro, de nuestra descendencia, de todo nuestro sistema familiar y de la humanidad completa. Recuerda, que al ordenarte vos misma, traes orden al mundo, y así te volvés una mujer medicina, una que se sana a sí misma, para sanar juntas la herida del mundo.
Te doy la bienvenida a estas deliciosas 11 horas de autoexploración guiada, de estudio de la naturaleza cíclica, de tu cuerpo creador y alquimista, de las fuerzas naturales que te mueven o te apaciguan, de rituales y ciencia, de laboratorio en tu propio cuerpo y vida.
¡Te vas a re descubrir como una mujer más poderosa, capaz e interesante!
Así que… BUEN VIAJE en la espiral del Sagrado Femenino.
Soy Greta CrasNu ~
Moon Mother, Terapeuta Menstrual Madretierra, terapeuta de flores de Bach, guía del Huevo Yoni, facilitadora de respiración Gamma, aprendiz en ginecología natural, profesional del movimiento con más de 20 años de experiencia, instructora de autodefensa holística. Creadora de Udaka Bienestar: yoga, movimiento y alquimia interna, terapias para la mujer y joyas personalizadas. contáctame
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