Este es un error muy común, sobre todo entre las principiantes en el mundo del tarot.
Muchas llegan a los cursos con sus supuestos tarots bellísimos, y cuando lo sacan…chan! no es un tarot.
¡ Pero como si donde lo compré me dijeron que era un tarot!, ¡pero como si yo creía que todas las cartas imágenes son tarot!. Estas son algunas respuestas.
No, un oráculo no es lo mismo que un tarot.
Y no en todos los lugares donde venden, tienen conocimientos sobre estas mancias, y algunos títulos son equívocos para llamar la atención y vender.
Todo Tarot es un oráculo, pero no todo oráculo es un tarot….
¿qué?
Vamos a ver…
Un oráculo es todo aquello que puede traer o manifestar un mensaje del inconsciente, del alma o del más allá, o de los dioses como se creía antes …. es decir que podemos encontrar un oráculo en las formas de las nubes, en la borra del café, en las lineas de las manos, en imágenes de cartas, en muchas muchas formas.
Por lo que el tarot entra en esta descripción de oráculo.
Pero tarot es un juego con una estructura.
Y esta estructura tiene sus fundamentos y sus leyes. Dentro de esta estructura hay variaciones según el autor, improntas, formas, colores, puedes decir la misma oración de cientos de formas, pero sostiene la esencia.
Por lo que un tarot es un mazo de 78 imágenes, que se dividen en 22 arcanos mayores que hablan de energías arquetípicas de todos los tiempos, como son la madre, el padre, la justicia, la muerte, el cambio, etc.
Y 56 menores que hablan de energías elementales donde se verán plasmadas las energías arquetípicas. Todo lo que esta por fuera de esta estructura es oráculo.
Los oráculos no son mejores ni peores que un tarot, son distintos. Hay oráculos realmente bellísimos y otros muy acertivos. Y son muy buenas herramientas para trabajar mensajes que nos hagan reflexionar.
El tarot es una llave una herramienta que interpreta la voz de tu alma, es un juego que te muestra justamente donde esta el nudo y con que herramientas cuentas para trabajarlo.